Autobiografía:
Me dieron a luz un 4 de mayo de 1993, exactamente a las 3.30 de la madrugada lloré por primera vez. La verdad es que no me acuerdo, pero fue un parto de lo más normal sin complicaciones, por lo que le he oído decir a mi madre siempre. Tengo sangre catalana y maña, aunque me siento muy navarrico.
Mis primeros pasos los di en una casa situada a las afueras de Pamplona, exactamente en Cizur Mayor, donde todavía me sigo tropezando con algún que otro escalón. Cohabito en la misma habitación con mis dos hermanos pequeños, en cambio, mi hermana, la única chica de la casa tiene el suyo propio. La suerte por ser la mayor de la casa y ser la única chica. Siempre le hemos guardado un cierto rencor por eso…
La mayor parte de mis amigos los hice en el Redín. Fue en esos momentos donde empezó mi pasión por el fútbol y por el Real Madrid. Lo único que quería era juagar a fútbol, aunque a decir verdad… eso no ha cambiado mucho.
Mi clase era de lo más variada, estábamos todas las especies de hombre concentradas en una misma aula. No destacaba por ser el mejor de la clase, ni tampoco por lo contrario, pero eso nunca me impidió para llevarme muy bien y hacer buenas migas con todos.
Soy pamplonica y para mí es impensable no tener la cuadrilla, llevo con ellos desde los primeros años de colegio, aunque ha habido alguna incorporación no hace mucho. La verdad es que nos lo hemos pasado muy bien siempre, y sobre todo cuando nos pasábamos por el club juvenil Alaiz.
Conforme fuimos creciendo llegaron las camisetas del niño, la edad del pavo y algún peinado, que me cuesta encontrar palabras para definirlo, seductor diría yo o eso quería conseguir…
Dicen que a la tercera va la vencida, creo que nos les falta razón, porque en ese tercer intento encontré a la que actualmente es mi novia, la conocí en el primer año de universidad, es muy fácil reconocerla ya que está sonriendo todo el rato, otro rasgo que la caracteriza es que siempre tiene razón, muchas veces me pregunto cómo lo hace…
En estos momentos me encuentro en tercero, estudiando bioquímica en la Universidad de Navarra, el tiempo se ha pasado muy rápido, pero creo que he sabido exprimirlo al máximo, aunque siempre se quiere más. Tras 20 años de vida, me considero un hombrecillo ambicioso, a veces igual un poco perezoso, pero con ganas e ilusión por estar cerca de la gente y poder llegar a buen puerto el día de mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario